Jornada de «varios personajes». Mucha profesionalidad.
Así es, ¡Ave César! Gran película. Buena, muy buena experiencia doblando a Benedict ( Tom Musgrave).
Como suele ser habitual a la hora de doblar en 35 milímetros, entrar en el casting es difícil. Y cuando se consigue cualquier papel es bueno, aunque no sea preponderante en el contexto general de la peli, como es el caso.
¡Pero bien, muy bien!
Me ceñiré como siempre al doblaje artístico, a las sensaciones vividas detrás de una jornada de doblaje. Estos momentos son casi siempre inolvidables.
Por pequeño que sea el papel encomendado o película poco agraciada, la interpretación es un reto.
«Pegarse» al personaje para que el doblaje no sea artificial o falso es una tarea difícil, pero cuando se consigue siempre es gratificante.
Es lo que me pasó en esta película. Pude tener el privilegio de estar con muchos actores que no conocía ( tanto noveles como ya con experiencia) y vi unas realizaciones de takes bastante buenas y realistas.
El marco de la película así como los actores estaban ambientados en los años cincuenta, en aquel Hollywood tan entrañable.
Sensaciones
En la sala hay que entender siempre, con arreglo a las instrucciones del director, el tipo de filme en el que nos encontramos.
En «Ave César» no iba a ser menos. Los hermanos Coen hacen acto de presencia: humor, trabajo al detalle con los actores en su puesta en escena, crítica, etc. Todo lo que nos acostumbran los hermanos mas laureados del cine.
La interpretación de Clooney es realmente buena, pero eso se lo dejamos a Salvador Vidal, je je. No hay problema. Los demás debemos adaptarnos a la época, el momento, el tempo y el ritmo del personaje. Así lo intenté con Benedict, y la cosa salio bien.
Además de Benedict ( Tom Musgrave), los ambientes y personajes varios también fueron pasando por el atril. Todos en un sala grande doblaje, van dando rienda suelta a los takes y en un momento dado dicen tu nombre y has de hacer el personaje que te toque o el ambiente coral entre varios actores.
Todas estas acciones tuve que realizarlas .
Lo parte curiosa de los que trabajamos en esta profesión, es que nos damos cuenta de detalles que quizá pasan desapercibidos para otros, como e sel caso de voces adicionales que ponemos. Como es el caso del «tipo 4» que pasa por la calle y saluda, o los dos mendigos que piden limosna bajo el puente de Brooklyn. Esto señores también ambienta una película.