El vaquero de los arreglos. Un fenómeno al que no se le resiste nada por reparar.
Rick Dale en «Los Restauradores», aquí tienes a un tipo que se gana la vida de una forma genuina, restaurando objetos clásicos en condados y pueblos de EEUU. Le doy voz durante unos cuantos capítulos.
Aunque el tio habla, habla y habla, se hace fácil su voice-over, ya que el estilo es muy directo y con pocas pausas. Capítulo tras capítulo mantiene el mismo esquema de trabajo, lo que supone una estructura de locución parecida.
Siempre le llega un encargo de conocidos de la zona. Ya puede ser una maquina registradora de hace un siglo, como un antiguo dispensador de gasolina o incluso un coche en mal estado.
Rick y su equipo está dispuesto a arreglar todo lo que se ponga por delante.
El lenguaje de la «américa profunda», de pueblo o de «pie de ruta» es el que predomina en el reality.
¡Simplemente entretenimiento señores! No he parado de recibir comentarios vinculados referidos a este tipo de programas: «me desconecto», «no pienso en nada, me divierte»,»veo que muchas partes están guionizadas», pero me da igual, yo lo que quiero es pasar el rato».
Me encantan estos comentarios. No denostemos estos espacios, ya que para muchos es un refugio y lugar de bienestar. Es como todos los shows, como todo el mundo en general del espectáculo.
Un mundo de fantasía y de ilusión que sirve para ser feliz contemplándolo.
Me alegro de formar parte de ello.
Te dejo una muestra de uno de los programas